6/5/10

One millon

Ok, soy una enferma.

Viajaba en el colectivo muy pacíficamente, hasta que una ráfaga de un aroma particular hizo que abra los ojos como dos platos. Adelante mio se acababa de sentar un hombre, un padre; no un papi, un padre hecho y derecho. Aún asi, tal hecho no afectó mi extraña adicción a ese aroma.
Peor fue cuando este señor, decide abrir levemente su ventanilla haciendo que circule una ráfaga de viento que chocaba directamente sobre él y transportaba su perfume hacia mi. No hubo caso, mi resistencia fue inexistente y apoyé mi cabeza sobre el respaldo de su asiento para disfrutarlo con mayor intensidad. La hora del trance terminó cuando el padre decide bajarse y a mi no me quedó otra opción más que mirarlo con ojos nostálgicos y diciendo para mis adentros:
"Bon voyage amore mio."

1 comentario:

Unknown dijo...

uh como me identifique con eso jaja, no hasta el punto de acercarme pero el perfume rico.
Un beso chica de Goa jaja