Lluvia

Ni bien llegué mencioné algo que supuse poco probable: -Uh seguro que hoy llueve y no traje paraguas.- Entré a la clase normalmente y la primera mitad se pasó volando. En medio del intervalo una voz femenina me susurra -Hoy definitivamente te vas a mojar.- Miro por el enorme ventanal y llovía un gran caudal.

Pasada una hora después de eso, salimos del aula y no vacilé mucho, me subí la capucha, desenredé los auriculares y me emprendí hacia el exterior.
Estaba nublado y medio oscuro, llovía barbaridades; el camino estaba todo embarrado y lleno de charcos. Por algún motivo todo esto me dibujó una sonrisa en la cara. Bajé la capucha y dejé que las gotas cayeran libremente por mi cara, mi pelo y mis manos. Me sentí muy bien abajo de la lluvia, escuchando música y viendo correr a toda la gente alrededor buscando algún árbol que los reparase de la lluvia. En cambio, yo, caminé libremente por el medio del camino sin importar cuan mojada quedara o cuánto frío podría llegar a tener después. Simplemente me limité a disfrutar una deliciosa lluvia que me renovó el aire en los pulmones.