16/4/10

Free

Cuando te encontrás parada frente a un abismo, muchos pensamientos y recuerdos se estrellan al estilo flashback en tu mente. Imágenes movidas, distorsionadas, con colores difusos incluso en blancos y negros.
Pero lo que agobia tu mente en esos instantes es una decisión clave que pondrá fin, o no, a tu vida. Sin embargo tu pulso es firme y tiempo atrás estabas completamente segura de que esa acción era la correcta. Te decides entonces por liberar aquellos atormentadores recuerdos y dejarte llevar por el fuerte viento que sacude tu melena. Tus pies en linea con el borde, despliegas tus brazos como un pájaro preparándose para su primer vuelo. Sientes como el frio del aire eriza la piel de todo tu cuerpo. La respiración se torna más lenta y profunda, procurando llenar completamente de aire los pulmones. Cerró los ojos y se concentró en el equilibrio de su cuerpo, distribuyendo el peso de forma equitativa. Lentamente se balanceó hacia adelante y atrás, dejándose llevar por las ráfagas de viento que ahora controlaban su cuerpo. Fue la primera vez en mucho tiempo que se sentía libre. Completamente libre. Libre y feliz. Feliz y completa. Deseó tener alas para que esa sensación no terminara nuca, pero sabía en lo profundo de su ser que eso no iba a ser posible, asi pues; con un último balanceo de caderas; se arrojó. El aire golpeaba fuertemente su cara, sus brazos, su abdomen, sus piernas. Los oídos ensordecidos por la furia del viento gritaban auxilio, pero ella, ya no oía reclamos. Pasó la mitad de su joven vida oyéndolos. Ahora era el momento de decirle adiós y no voltear la cabeza hacia atrás.

A lo lejos un barco pesquero divisó una pequeña sombra cayendo desde el acantilado, y a los pocos segundos un poco de espuma la dejaba atrás. Nadie se había percatado de la existencia de aquella mujer, que ahora se encontraba sepultada bajo las profundidades del océano.

No hay comentarios: