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Hay diferentes tipo de regalos que se le puede hacer a una mujer, no todas coincidimos en lo mismo: mientras algunas prefieren la cantidad, otras la calidad; la simpleza o lo exótico. Pero hay algo en lo que todas coincidimos...

Existen aquellasa las que adoran las flores, sea el ramo que sea, grande, chico, mediano, con rosas, sin rosas, claveles, tulipanes, margaritas, hornencias; con verde, sin verde. Una flor las hace sonreir. La mayoría de las mujeres tiende a sonrieir cuando le regalan una flor. Pero hay algunas a las que no les gustan, y hay que tener bien en claro, que la mujer a la que no le gustan las flores te lo va a aclarar el primer día que te conoce.

Hay otras que prefieren la simpleza, algún regalito delicado, o sorpresas agradables, hasta cosas hechas por usted mismo. Estas mujeres tienden más a valorar la acción de regalar, que el objeto regalado en si. Es la actitud la que cuenta. En cambio aquellas que son más exquisitas a la hora de recibir regalos apuntan a cosas más bien caras, ostentosas y ornamentadas. Ya sea, ropa, bolsos, carteras, joyas. Por su mente pasará la calidad y el signo pesos brilla en sus ojos.

Muchas prefieren que la imaginación haga el trabajo, que algo nuevo las sorprenda, sea lo que sea. Hay un gran rango y a nada le dicen que no, éstas no desprecian nada, porque un regalo es un regalo. Yo creo que en este grupo caben la gran mayoría. Aquellas que mezclan la simpleza con lo creativo. La originalidad es lo que más cuenta. Hasta cabe la fusión de las nombradas de arriba.


Pero hay algo en la que todas las mujeres coincidimos: si un hombre te regala entradas para un recital, invita a comer a tu familia, te cortejea delante de ellos, te regala flores y además ropa. Solo un pensamiento ocupa nuestra compleja mente: "¿me estará cagando?"