¿Ciclotímicos?

Y ese día te levantás, con una sornisa en la cara; aunque la mañana se postula fría y gris, tus ojos distinguen más que la monotonía del ambiente. Querés salir a romperla, saltás de la cama, te bañás y cantás al son de Michael Jackson, Bandana y Queen en una mezcla de ritmos y estilos que eriza los pelos. La humedad del baño comienza a molestarte, abrís la puerta para que corra el aire. Empezás a recordar la rutina que está por comenzar ni bien salgas de tu casa. La energía con la que te levantaste no es la misma. Recalentás lo primero que encontrás en la heladera, juntás tus cosas a la espera del timbre que anuncia tu partida. Bendito sonido, con tanta rapidez te puede convertir en una ciclotímica.
El viento frio en la cara te despierta un poco más y te entregás a la rutina, sin embargo por alguna razón volvió parte de tu felicidad y alegría. Como todo ser humano, las vueltas a la rotonda divisan personas y actitudes que funcionan como motor emocional. Nuevamente volvemos a una actitud positiva, la cual irá sorteando altibajos a lo largo del día.